Mensaje del PhD. Edward Malaga durante la Audiencia Pública Virtual de la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Congreso de la República del Perú
“Importancia de la Ciencia, Innovación y la Tecnología para enfrentar la pandemia del Covid-19”
Viernes 15 de Mayo, 2020
Edward Málaga-Trillo, Ph.D.
Universidad Peruana Cayetano Heredia
Apreciado Francisco, distinguidos miembros de esta Comisión, quiero empezar por felicitar vuestra iniciativa y agradecer esta invitación.
Nunca antes en nuestra historia habíamos visto a tantos científicos en el ojo público. Para un país como el nuestro, que desde hace 500 años vive de espaldas a la ciencia, esto es muy positivo. Las naciones desarrolladas cifran sus esperanzas frente al COVID-19 en la investigación científica. Por ello, movilizaron inmediatamente a sus investigadores y estos volcaron toda su experiencia y capacidad en ambiciosos planes para controlar y superar la pandemia. Esto en el Perú, es una tarea pendiente, en el mejor de los casos incompleta. De hecho, audiencias públicas como esta del día de hoy debieron ocurrir por lo menos hace dos meses. Claramente, no estábamos preparados para manejar esta crisis.
De manera muy acertada, la respuesta inicial del gobierno se enfocó en atender prioridades urgentes de la crisis sanitaria, como el aislamiento social y la atención hospitalaria. Pero por otro lado, también se hizo evidente nuestra limitada capacidad para generar y utilizar evidencia científica a través de equipos multidisciplinarios, con expertos en áreas tan diversas como la genética, la biofísica, la química, las matemáticas y las ciencias sociales. En particular, yo quiero destacar el rol crucial de la biotecnología y la informática para el manejo epidemiológico de la pandemia.
La biotecnología extrae procesos naturales de los organismos vivos y los aplica a la solución de problemas en Salud, Agro, Nutrición y otros. Hoy es una poderosísima industria global, y de las más rentables. Pero es también una actividad con inmenso valor estratégico para los países. Hoy la vemos como base de todos los esfuerzos para producir aquí en el país vacunas, medicamentos y en particular nuevos métodos de diagnóstico molecular de bajo costo para testear masivamente a la población y contribuir a la toma de decisiones basadas en una lectura correcta de la realidad del contagio. Los científicos peruanos venimos desarrollando soluciones desde laboratorios académicos y en asociación con la empresa privada. Tenemos retos muy grandes por delante, pues para que todos estos desarrollos tecnológicos lleguen a la población en corto tiempo, actores públicos y privados deberán invertir en su producción y distribución masiva, algo que requiere normativas ágiles que entes estatales como el INS, DIGEMID, SUNAT no tienen hoy en día. Aparte de los esfuerzos de CONCYTEC e INNOVATE, la articulación con el Estado ha sido pobre pero esperamos que esta sea una oportunidad de cambio.
Nuestro país cuenta ya con una masa crítica de investigadores, algunos repatriados, capaces de producir estos desarrollos biotecnológicos claves pero debemos reconocer que muchos de ellos no trabajan en los institutos de investigación del Estado que tienen a su cargo la respuesta a la pandemia. Por ello, desde el Grupo Asesor del MINSA del que formo parte, hemos propuesto la creación de una Red Nacional Autónoma de Laboratorios Biomédicos, que acompañe al Instituto Nacional de Salud y comparta algunas de las inmensas y urgentes tareas que hoy lo desbordan, como por ejemplo la rápida acreditación de laboratorios para diagnóstico en todo el país, la implementación de nuevas pruebas moleculares, el diseño y mejora de protocolos experimentales y la capacitación de recursos humanos a nivel nacional, así como apertura y transparencia en el manejo de la data científica. Corresponde aquí expresar mi profundo agradecimiento a los colegas del Grupo Asesor, así como a toda la comunidad científica peruana, que desde dentro y fuera del país han hecho este y otros valiosos aportes que aún esperan a ser recogidos por nuestro Estado.
Tenemos el gran reto de cara al futuro, de construir una sólida y descentralizada capacidad biotecnológica, para lograr la infraestructura y el equipamiento que la comunidad científica reclama hace décadas. Este es un reto que nos compete a todos, a la sociedad y al Estado en su conjunto. El CONCYTEC tiene esta meta entres sus objetivos pero estos no serán viables sin el compromiso político y económico del gobierno central, con firmeza y a largo plazo. No podremos levantar la ciencia que el Perú requiere con 0.15% del producto bruto interno y a partir de préstamos internacionales. Es claramente una cuestión de prioridades. Para dar un ejemplo, el presupuesto COVID-19 del MEF al mes de Mayo se eleva a la impresionante cifra de 9,232 millones de soles destinados a la emergencia sanitaria así como al soporte a familias, gobiernos locales, empresas e inversión pública. No se menciona la inversión en ciencia y tecnología, y queremos creer que en el mejor de los casos, esta se encuentra en el rubro “otros”. En comparación, 300,000 soles de un fondo concursable para encontrar una vacuna o desarrollar nuevas pruebas moleculares que podrían decidir el saldo de esta crisis resulta infinitamente desproporcionado.
Saludo la iniciativa de esta Comisión de Ciencia y Tecnología y les exhorto, en nombre de la comunidad científica, a ser parte de este reto, a llevar esta urgencia nacional al pleno del Congreso y a resolverla con objetivos, plazos y resultados concretos. En un Estado de Emergencia como el que hoy nos debilita cada día, debemos preguntarnos si es momento de legislar por peajes y colectivos, o priorizar iniciativas que destraben y promuevan la investigación científica que necesitamos para afrontar esta y cualquier futura pandemia, con autonomía, con independencia tecnológica. Hoy hablamos de Biotecnología pero este razonamiento va mucho más allá, se aplica a toda la actividad científica.
Espero sinceramente que esta dura experiencia nos haga reflexionar acerca de la importancia de la Ciencia y la Tecnología para el desarrollo y bienestar del país. Frecuentemente reclamamos innovación para el desarrollo productivo, para hacer negocios y generar empleo y riqueza. Pero olvidamos que la Innovación requiere tecnologías que no desarrollamos, y que la Tecnología a su vez es fruto de la Ciencia, en especial de las ciencias básicas que fascinan a nuestros niños y en las que rara vez invertimos.
Si queremos algún día llegar a ser parte del mundo desarrollado, debemos dejar atrás esa visión excluyente, utilitaria y alienante de la ciencia. Está muy bien identificar prioridades nacionales en investigación pero estas no deben recortar la libertad científica y la serendipia, que es finalmente la madre de muchos descubrimientos geniales. Algunos de las aportes más trascendentales de la ciencia no se gestaron para ayudar a la empresa a vender ni para generar empleo, si no que estos fueron una consecuencia natural de aquellos. Ejemplos hay muchos, algunos muy prácticos como la GPS, la fertilización in vitro y la internet, otros más fundamentales como la teoría de la relatividad y la estructura del ADN, que por cierto hizo posible la misma técnica de PCR que hoy usamos para detectar el coronovirus.
Les agradezco nuevamente por su interés y atención y les dejo con la convicción de que si se les convoca, nuestros científicos acudirán al llamado, estén donde estén, y participarán de toda iniciativa pública en bien del país. Apoyemos a nuestras autoridades y seamos conscientes de que la contención del contagio depende de nuestras acciones individuales.
Muy buenas tardes y mucha salud.