Soy de Lima, mi familia viene de Ayacucho y de Ancash. Tengo 25 años, soy el menor de 3 hermanos. Me interesé por la naturaleza desde muy niño; cuando tenía 3 años empecé a ver documentales sobre animales y ciencia junto a mis hermanos. Desde siempre me gustaron las artes y parte de mis clases de ciencias (siempre fui malo en química y física). Creo que no entendí bien que aquello que me gustaba era parte de la ciencia. Me encantaba aprender sobre animales y la naturaleza, pero no hablábamos de eso en los cursos de ciencia que mi colegio ofrecía. Sin embargo, siendo sincero, no era una de mis principales preocupaciones. Mi época escolar fue complicada, como lo suele ser para muchos, la pasaba mal y solo pensaba en salir del colegio e irme lo más lejos posible.
Todo mejoró con mis amigos, cuando descubrí que me gustaba bailar, cuando aprendí a no prestarle atención a las personas con malas intenciones. Me sentí lo suficientemente bien para volver a pensar en mi futuro y en lo que quería hacer. Me gustaba entender a los seres vivos, pero en el colegio algo me faltaba que no me dejaba ver mi pasión como una ciencia, mucho menos como una carrera. Pensaba en estudiar veterinaria o ingeniería ambiental. Esta última fue la opción que exploré más en mis últimos años del colegio. Investigué las universidades y fui a unas charlas, entonces me di cuenta del fuerte componente de física y química que tenía la carrera…así que cambié de parecer y volví a estar sin rumbo. Entonces hablé con mi profesora de Biología, le comenté que no sabía que hacer con mi futuro y necesitaba consejo. “Por qué no estudias Biología? Eres muy curioso y creo que te gustaría la investigación”. Lo que dijo me abrió los ojos, nunca se me había ocurrido que podía estudiar biología. Desde entonces todo cambió para mejor.
¿Cómo nace en ti estudiar los ecosistemas marinos?
Estudié Biología en la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Me encantó empezar la universidad, fue un inicio nuevo para mí en un ambiente donde me sentía bienvenido, aceptado y donde empezaba a hacer buenos amigos. ¡Detestaba mis clases del primer año! Quería aprender de ecología, pero el primer curso que tocaba esos temas no empezaba hasta el tercer semestre. Al inicio no sabía si quería estudiar ecosistemas marinos (la verdad, desde niño le tenía algo de miedo al mar). Dedicarme a esto fue gracias a una serie de experiencias que despertaron mi interés y desarrollaron mi vínculo con el mar.
Todo empezó antes de ingresar a Cayetano. Fui a una charla sobre la carrera de biología, hubo varias presentaciones sobre biología molecular, el uso de la biología en la salud y demás temas que se trabajan en la universidad (ya me estaba desanimando). Entonces escuché una presentación que cambió todo, la dictó quien sería mi amiga y asesora de tesis de pregrado. Susana Cárdenas, directora del Programa Punta San Juan (PPSJ), comenzó a hablar sobre la reserva donde estudiaban lobos marinos, aves marinas y los esfuerzos de conservación que se realizaban para cuidar de este pequeño lugar rebosante de vida. Me atrapó, tenía que ir a ese lugar y aprender más, estaba decidido a estudiar en Cayetano para tener la oportunidad de aprender más de Punta San Juan (PSJ). Sin embargo, aún no estaba seguro de estudiar ecosistemas marinos, también me interesaba estudiar ecosistemas amazónicos. La siguiente experiencia que orientó mi interés hacia el mar fue irme de voluntario a las Islas Galápagos. Fui parte de un programa de monitoreo de tortugas marinas durante el verano del 2014. Pasé 3 meses contando tortugas, tomando datos de sus nidos, descansando en una hamaca y leyendo mientras veía la inmensidad del mar que nos rodeaba. Irónicamente, mientras trabajaba con tortugas marinas me la pasé leyendo artículos sobre las investigaciones que había hecho Fritz Trillmich sobre lobos marinos en Galápagos…y en Perú, en PSJ. De pronto supe que tenía que ir a Punta San Juan. Al volver de ese viaje una amiga me contactó con Susana, me explicó más sobre lo que estaban haciendo en PSJ, le mostré mi interés por aprender y ese mismo año empecé como voluntario con el PPSJ en su oficina en Lima. El mismo año fui por primera vez a PSJ, y al abrirse las puertas de la reserva recuerdo ver una mancha gigante negra que cubría el desierto, cientos de miles de aves nos daban la bienvenida. Durante esa breve visita conocí a algunos voluntarios del programa, escuché de las investigaciones, vi a muchas de las increíbles especies que habitan dentro de la reserva. Ese fue el momento decisivo, fue entonces que decidí con seguridad que quería dedicarme a ecosistemas marinos.
¿El ambiente universitario de investigación influenció en ti de alguna manera? ¿Fue importante tener ejemplos?
El ambiente de Cayetano fue importante para desarrollar mi gusto por la investigación y el pensamiento crítico, pero también fue super importante tener ejemplos que seguir. Y no me refiero necesariamente a grandes investigadores con numerosas publicaciones. Tener profesores que demuestren rigurosidad y ética en el trabajo fue fundamental. Pero, sobre todo, destaco a aquellos que cultivan un espacio inclusivo, de trato horizontal, que promuevan el diálogo y la cooperación. Ellos fueron los que más influyeron en mí y con los que siempre busco conversar.
Cuéntanos un poco sobre tú tesis en la UPCH, de que trata y su importancia.
El tema de mi tesis de pregrado fue la evaluación de la probabilidad de supervivencia durante el primer año de vida de crías de lobo fino sudamericano (Arctocephalus australis) en PSJ. Además, se buscó evaluar el efecto de diferentes variables sobre la supervivencia de estos animales, como el sexo, la edad o el año en que nacieron. El estudio se enfocó en la principal colonia reproductiva de esta especie en PSJ. La supervivencia de las crías de esta especie ya se había evaluado en PSJ en la década de 1980. Sin embargo, la evaluación de este parámetro no se continuó realizando en la reserva, los métodos utilizados previamente no eran comparables entre sí y estaban sujetos a posibles sesgos.
Determinar parámetros poblacionales como la probabilidad de supervivencia es importante para poder entender el estado de una población, además te permite comparar en el tiempo y entre localidades. Esta información es fundamental para tomar decisiones de manejo y conservación, en especial en el caso de especies en peligro de extinción que se encuentran dentro de un área natural protegida. Para hacer esto se necesita de largas series de datos, además de métodos confiables y replicables.
Otro punto importante que exploré durante mi tesis fue el uso de modelos de captura-recaptura para estimar la probabilidad de supervivencia. A diferencia de otros métodos que se basan en una escala poblacional, los modelos de captura-recaptura trabajan a una escala individual, es decir, evalúan la historia de cada animal dentro de tu población de estudio. Utilizar una escala individual nos permite entender mejor los factores que puedan estar influenciando la dinámica de una población, además de estimar el nivel de confianza de los resultados. PPSJ tiene una serie de datos de monitoreo individual colectado durante más de 30 años, una fuente de información super valiosa y que estaba a mi disposición para investigar. Para mi tesis solo evalué tres años recientes (2014, 2016 y 2017), pero los métodos utilizados pueden utilizarse para los demás años y pueden replicarse en otros lugares.
¿Qué crees que es lo más urgente que se debe hacer para preservar las reservas naturales donde has trabajado?
Creo que es importante que suceda un cambio de paradigmas respecto a las áreas naturales protegidas (ANP). A veces da la impresión de que se tratara de santuarios, de un oasis en un desierto del Antropoceno. Algo que estoy aprendiendo ahora es ver a las ANPs no como un objetivo, sino como una estrategia para alcanzar un objetivo de conservación. Las ANPs no deben ser un oasis, aunque bien pueden parecerlo, sino corredores que permitan a las especies movilizarse, adaptarse a un mundo en constante cambio.
Sobre todo, necesitamos de cooperación efectiva entre las instituciones que actúan dentro o en los alrededores de las áreas naturales protegidas. No solo de parte del estado y de los científicos, también es fundamental involucrar a las comunidades en la conservación de estos lugares, fortaleciendo su vínculo con la naturaleza. Necesitamos más investigación dentro de las áreas protegidas, conocer si son efectivas en cumplir su propósito, identificar los puntos a mejorar y resaltar su valor para los ecosistemas y para las comunidades humanas. Que el turismo se realice de forma sostenible, sin perturbar a la vida silvestre y mejorando las condiciones de vida de las comunidades locales. El Perú es un país privilegiado por sus riquezas naturales, a veces lo olvidamos, pero hay que recordarlo cada día y sentirnos orgullosos.
¿En el Perú contamos con normas o leyes que promuevan el cuidado y no destrucción de ellas?
Perú cuenta, por ejemplo, con la Ley de Áreas Naturales Protegidas (LEY N° 26834). Esta ley define lo que es un área protegida (bajo diferentes categorías), sus objetivos y dicta diferentes aspectos sobre su protección. Además, hay otras leyes y compromisos internacionales que ha firmado el gobierno peruano para proteger diferentes especies en peligro de extinción como delfines, ballenas, mantarrayas, etc.
Ahora que estas viajando a continuar tu formación en Coastal Science & Policy (Ciencia y gobernanza costera) ¿Qué esperas encontrar allá en US?
El programa en el que estoy está orientado a ayudarnos a buscar soluciones a problemas de conservación. La Universidad de California Santa Cruz tiene grupos de investigación con una larga trayectoria trabajando en ecosistemas marinos, trabajando lado a lado con tomadores de decisiones. Espero aprender de su experiencia para encontrar nuevas ideas para implementar en Perú y personas que me ayuden a hacerlas realidad.
¿Conseguiste alguna beca de posgrado?
El programa de maestría ofrece becas integrales para los estudiantes. Gracias a ello mis gastos de estudio están cubiertos y recibo un estipendio que me permite cubrir mi coste de vida.
¿Consideras importante la transmisión de conocimiento y experiencia a los más jóvenes? ¿Qué opinas de la divulgación Científica?
Por supuesto, creo que es fundamental para que más jóvenes se interesen por la ciencia y la valoren. Primero hay que asegurarnos que los más jóvenes estén en espacios seguros que les permita explorar sus intereses. Podemos ayudar en eso compartiendo nuestras experiencias personales, contando cómo llegamos a donde estamos. Hay que darles ejemplos a seguir, ser más visibles. Me hubiera encantado conocer más de científicos peruanos cuando era niño.
La divulgación científica es fundamental, es el último paso del método científico. Una vez que tienes resultados hay que comunicarlos, no solo en revistas indexadas, sino con las comunidades de donde tomaste la información, con los tomadores de decisiones, con las personas que están fuera de la burbuja de la academia. Creo que es una deuda que aún queda pendiente y que no se enfatiza lo suficiente en la formación de jóvenes científicos.
Un mensaje para los seguidores de Cientificos.pe
Mantengan una mente abierta a nuevas ideas y perspectivas. Eso no es una invitación a las pseudociencias, para nada, sino a que salgan de su zona de confort, de su serie de datos, y vean más allá. Vean otras disciplinas que se relacionen a sus preguntas, que afecten su sistema. Si trabajan en ecología, por ejemplo, vean los procesos sociales o políticos que pueden afectar su ecosistema de estudio (porque probablemente ya esté sucediendo).
Ping pong:
Animal preferido y ¿Por qué?
¡Tengo tantas respuestas para esta pregunta! Es difícil escoger, pero si debo hacerlo diré que los lobos marinos. En parte porque son animales super interesantes para estudiar, pero también porque son super divertidos de ver. Muchas veces me han dicho que los lobos marinos se la pasan durmiendo, y puede ser cierto, pero cuando despiertan son muy diferentes. Me encanta verlos correr, nadar y surfear. Y nadie puede negar que incluso dormidos son animales super bonitos.
¿Qué es lo más curioso de los lobos de mar?
¿Sabías que las hembras de lobos marinos (en algunas especies) reconocen a sus crías de acuerdo con su grito? Si has pasado cerca a una colonia de lobos marinos, como las que hay en algunas reservas costeras de Perú, de inmediato notas que son animales muy ruidosos. Constantemente se escucha un sinfín de gritos y para nosotros puede ser imposible discernir qué animal en específico produce cada grito. Pero las hembras de lobo marino conocen a la perfección el sonido de su cría, y la cría conoce el llamado de su madre, incluso en todo ese mar de gritos ellos pueden identificar su llamado y seguirlo hasta encontrarse. Esto es fundamental para que la cría sobreviva, pues le permite encontrar a su madre cada vez que esta vuelve de sus viajes de alimentación al mar.
Entrevista realizada para Cientificos.pe por nuestro colaborador Nahuel Monteblanco, PhD. @cientificospe